El 1 de enero de 2020, Barcelona se unirá a un número creciente de ciudades de Europa que cuentan con una zona delimitada de bajas emisiones en la que solo pueden entrar los vehículos que cumplan las prescripciones y lleven una etiqueta ambiental.
La zona de 95 kmXNUMX, que comprende el centro de Barcelona y cuatro municipios circundantesexcluye a los vehículos más contaminantes de los residentes fuera del centro, calculándose que se ven afectados unos 50,000 vehículos (automóviles, motocicletas y camiones), es decir, el 5% de la flota de vehículos de la zona.
Los conductores de esos vehículos se arriesgan a verse multados con € 200 a € 1,800 si circulan por la zona de lunes a viernes de 7 a 8 horas.
Para suavizar el golpe, a los propietarios de esos vehículos se les ofrece una tarjeta de transporte público gratuita durante tres años en el centro de la ciudad, siempre y cuando no adquieran un nuevo vehículo durante ese periodo; hasta la fecha, más de 5,700 residentes de Barcelona han aceptado la oferta.
El Gobierno está elaborando otras iniciativas para apoyar la conectividad sin automóviles en el centro de la ciudad, en particular nuevos carriles para bicicletas, mayores opciones de transporte público y las muy discutidas «supermanzanas», zonas reservadas a los residentes.
Con todo ello, la capital catalana espera que las medidas reduzcan en un 20% el número de vehículos que circulan por sus vías y que la contaminación atmosférica disminuya en un 15%.
En un informe de la Agència de Salud Pública de Barcelona se señala que la contaminación atmosférica provocó 351 muertes prematuras en 2018; los vehículos de motor generan el principal contaminante de la ciudad, el dióxido de nitrógeno, al que el 48% de la población de la ciudad está expuesta regularmente en niveles superiores a los recomendados por la Organización Mundial de la Salud.
La zona de bajas emisiones más famosa de Europa es probablemente la Zona de Emisiones Ultra Bajas de Londres, que ya ha registrado disminuciones de contaminantes específicos más rápidas de lo previsto, pero por doquier aumenta el impulso para eliminar de las vías urbanas los contaminantes atmosféricos nocivos para la salud: desde las prohibiciones de automóviles en Pontevedra y Madrid (y las creativas disuasiones aplicadas a los automóviles en Oslo), hasta la implantación de zonas de bajas emisiones en más de 250 ciudades europeas.
Más información:
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Foto de banderola: Robert Ramos/AMB. Secretaría General del Área Metropolitana de Barcelona/CC BY-NC-SA 4.0
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