Chile y Canadá se asocian para reducir las emisiones del sector de gestión de residuos:
EL PROGRAMA RECICLO ORGÁNICOS TIENE COMO OBJETIVO AYUDAR A LAS COMUNIDADES A ADOPTAR PRÁCTICAS RESPETUOSAS CON EL CLIMA EN EL SECTOR DE LOS RESIDUOS

En 2017, Chile y el Canadá se asociaron a través de unprograma destinado específicamente a reducir las emisiones del sector de residuos y a apoyar el logro de las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (CDN) de Chile”. El programa ejemplifica la función de la Coalición Clima y Aire Limpio (CCAC) como órgano de congregación, ya que el programa se fraguó cuando los dos países coincidieron como copresidentes de la Coalición.

Esta colaboración forma parte del compromiso de financiación para el clima del Canadá de $ 2650 millones destinado a ayudar a los países a afrontar los problemas debidos al cambio climático y apoyar su transición a economías resilientes y con bajas emisiones de carbono. Asimismo, entra en el marco del Acuerdo de Cooperación Ambiental entre el Canadá y Chile (ACACC).

El Programa Reciclo Organicos del Canadá y Chile está diseñado específicamente para apoyar la formulación de políticas, el fortalecimiento de los sistemas de vigilancia, notificación y verificación y el despliegue de tecnología para reducir las emisiones. El programa también tiene como objetivo ayudar a las comunidades y los ciudadanos a adoptar prácticas inocuas para el clima en el sector de los residuos. Desde su puesta en marcha en 2017, el programa ha obtenido importantes resultados, en concreto reducciones de emisiones equivalentes a 7.1 megatoneladas de carbono.

«El cambio climático es un problema mundial que requiere soluciones mundiales. El Canadá está adoptando medidas nacionales para reducir las emisiones y lograr nuestros propios objetivos climáticos, y está comprometido a ayudar a quienes más lo necesitan,» dijo Franck Portalupi, Director Adjunto de Implementación de la Financiación para el Clima en Environment and Climate Change Canada, y agregó que «el Programa Reciclo Orgánicos ejemplifica la cooperación entre el Canadá y Chile y es un testimonio de la voluntad de nuestros respectivos países de trabajar juntos y afrontar conjuntamente el cambio climático.»

En Chile, los residuos orgánicos representan el 58% de los residuos domésticos, pero, según Guillermo González, Jefe de la Oficina de Economía Circular del Ministerio de Medio Ambiente del país, gran parte de los esfuerzos de reciclaje se han centrado en el plástico, el metal y el cartón. Anualmente se recupera menos del XNUMX% de los residuos orgánicos.

"Si queremos afrontar el cambio climático, no queda otra opción que comenzar a desviar los desechos orgánicos de los vertederos; es el único camino a seguir y tiene muchos beneficios adicionales,» dijo Gerardo Canales G., Coordinador del Programa Reciclo Orgánicos.<br><br> Una estrategia nacional sobre los residuos orgánicos

Uno de los principales logros del programa Reciclo Orgánicos es el apoyo brindado para elaborar la Estrategia Nacional de Residuos Orgánicos de Chile, puesta en marcha en marzo de 2021 y que forma parte de las últimas CDN del país. En la estrategia se establece el ambicioso objetivo de aumentar la recuperación de residuos orgánicos municipales del 1% al 66% para 2040 recurriendo al compostaje y disminuyendo el desperdicio de alimentos. Su objetivo intermedio es recuperar un 30% para 2030. También tiene como objetivo que medio millón de familias composten en el hogar, 5,000 escuelas y 500 vecindarios practiquen el compostaje colectivo, y que el 50% de las instituciones públicas separen sus desechos.

El Canadá apoyó a Chile durante todo el proceso de adopción de la estrategia, incluida la realización de más de 15 talleres de partes interesadas en todo el país para ayudar a redactar la estrategia.

"El programa Reciclo Orgánicos ha sido y sigue siendo fundamental para nuestro trabajo, porque va al nivel del terreno y ayuda a fomentar proyectos del mundo real,» dijo González. "Ha sido magnífico aprender a partir de la práctica, aprender de la experiencia, constatar cuáles son los obstáculos reales, cuáles son las preocupaciones reales de los municipios de diferentes partes del país.»

La estrategia recomienda comenzar gradualmente a cobrar a las personas por los residuos que generan como una forma de incentivar el reciclaje. Se está analizando un impuesto gradual sobre los residuos industriales depositados en vertederos, con el objetivo de ponerlo en práctica al cabo de 5 años, seguido de un impuesto sobre los residuos municipales depositados en vertederos 10 años más tarde.

"Se trata de una estrategia que está realmente conectada con la realidad chilena sobre el terreno,» dijo González refiriéndose a las consultas realizadas para redactarla. "Ello significa que podemos ponerla en práctica muy deprisa.»

Chile espera que, gracias a la estrategia, para 2040 los ciudadanos generarán una cantidad significativamente inferior de desechos orgánicos. En cuanto a los residuos que generen, se tratará de separarlos en casa y en el trabajo para que puedan ser compostados o reciclados. Chile también ampliará la infraestructura para transformar los residuos en energía y fertilizantes.

Canales dice que uno de los problemas de la aprobación de la estrategia fue la falta inicial de sensibilización del sector público y el sector privado acerca de los daños que causa la mala gestión de los desechos. Cuando se trata de las causas del cambio climático, la gente, dice, tiende a pensar en el sector energético y el sector del transporte, pero no tanto en los residuos.

Para el sector público, había que presentar un argumento económico convincente: si los municipios comienzan a desviar los desechos orgánicos de los vertederos, ahorrarán dinero y también producirán menos emisiones. Por otra parte, Chile se está quedando sin terrenos para vertederos, y estas estrategias podrían duplicar la vida útil de un vertedero.

"Creo que sensibilizando y demostrando que hay una buena base económica motivamos a las autoridades a apoyar una estrategia a largo plazo para los residuos orgánicos,» dijo Canales.

Si bien en muchos lugares del mundo la gestión de los residuos es una cuestión municipal, esta estrategia es un ejemplo interesante de la participación del gobierno nacional en la gestión de los residuos a escala de país.

La plena aplicación de la estrategia nacional de Chile sobre residuos orgánicos y el cumplimiento de sus CDN requerirán una movilización masiva de los chilenos en todo el país y su participación en la estrategia de compostaje y otras estrategias de reducción de los desechos.

"Necesitamos que la gente haga ese trabajo y, por lo tanto, comunicarlo adecuadamente es fundamental,» dijo González.

Para mejorar las comunicaciones, Reciclo Orgánicos contribuyó a la elaboración de varios recursos de educación pública, en concreto un manual sobre compostaje en el hogar para su distribución generalizada, un manual sobre compostaje destinado a los alcaldes y los municipios, y presentaciones de maestros para escuelas. Además, el programa facilitó docenas de seminarios web para organizaciones sin fines de lucro y ciudadanos con el fin de sensibilizar a la comunidad acerca de los vínculos entre la gestión de residuos y el cambio climático.

El programa también está sumando al sector privado, los bancos de desarrollo y los financieros para acelerar la aplicación de la estrategia.

El uso de plataformas de redes sociales (Twitter, Facebook e Instagram) es un elemento importante para reunir a la mayor cantidad de ciudadanos posible. La cuenta del programa en Instagram en particular ha registrado un impresionante despegue, y tiene ya 60,000 seguidores. En ella se proporcionan consejos prácticos y visuales sobre el compostaje en el hogar, la solución de problemas con los compostadores y la reducción del desperdicio de alimentos en el hogar.

El Canadá y Chile consideran que unos sistemas eficaces de MNV son la clave para desbloquear la aplicación de la CDN y el acceso a la financiación.

En consecuencia, el Canadá y Chile, en el marco del programa Reciclo Orgánicos, acordaron desarrollar un marco integral de MNV para el sector de gestión de los residuos de Chile.

Como es el caso de muchos otros lugares, Chile carece de parte de la infraestructura y la experiencia técnica para calcular adecuadamente las emisiones y su reducción. Es extremadamente difícil cambiar algo si no se puede medir, y es particularmente difícil medir la distancia que separa a Chile del logro de sus CDN.

Con la asistencia financiera y técnica del programa, Chile ha elaborado metodologías de verificación para el seguimiento de las emisiones. El país está en fase de prueba de la verificación digital utilizando la tecnología de la cadena de bloques, que calcula automáticamente las emisiones actuales y las posibles reducciones.

Además, el Canadá y Chile están utilizando los resultados como base de una prueba piloto virtual en la que los dos países simulan lo que pasaría si intercambiaran las reducciones de emisiones para contabilizarlas respecto de sus objetivos de CDN de acuerdo con el artículo 6 del Acuerdo de París. Mediante la prueba piloto virtual, los funcionarios obtuvieron información práctica sobre el modo de garantizar la integridad ambiental y evitar el doble conteo, en caso de que más adelante decidieran participar en los mercados internacionales de carbono emergentes.

Los proyectos de infraestructura de residuos pueden requerir una fuerte inversión inicial. Si bien el Gobierno de Chile dispone de fondos para esos proyectos, el proceso de inversión pública es tan complejo en Chile que en un determinado municipio se tardó diez años en obtener fondos públicos para una planta de compostaje municipal, dice González.

El programa Reciclo Orgánicos ha ayudado a que la financiación de proyectos de gestión de residuos llegue a manos de los municipios más deprisa. Por ejemplo, el programa proporcionó fondos a actividades de iniciación de proyectos de desechos tales como prestación de asistencia técnica a estudios técnicos detallados o la elaboración de un plan maestro simple de solicitud de financiación. De ese modo se pudo reducir el tiempo necesario para recibir los fondos a unos pocos años en el caso de algunos proyectos.

Adoptar medidas relativas a los residuos y apoyar la aplicación de la CDN es un componente importante del mandato de la CCAC, con el objetivo de garantizar que las ganancias en materia de cambio climático y contaminación atmosférica se propaguen equitativamente a todo el planeta.

"La CCAC es una excelente plataforma multilateral para difundir los resultados, las mejores prácticas y las enseñanzas extraídas a los países miembros y para alentarlos a aplicar enfoques similares,» dijo Portalupi.