La campaña BreatheLife da la bienvenida a México - BreatheLife2030
Actualizaciones de red / México / 2021-05-04

LA CAMPAÑA BREATHELIFE DA LA BIENVENIDA A MÉXICO:

La campaña BreatheLife da la bienvenida a México, así como a cinco Estados y 11 municipios

México
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La campaña BreatheLife da la bienvenida a México, así como a cinco Estados y 11 municipios, que se suman a la Ciudad de México y los Estados de Morelos y Jalisco, pioneros en BreatheLife.

El camino recorrido por México para mejorar la calidad del aire comenzó a principios de la década de 1990 y se ha convertido en materia de leyenda, particularmente en lo que se refiere a la lucha contra la contaminación del aire en la capital.

En 1992, el aire en la Ciudad de México, declarado por las Naciones Unidas como el peor del planeta, estaba tan contaminado que las aves caían del cielo, los niños dibujaban el cielo de color marrón y el ozono excedía los niveles seguros el XNUMX% de los días del año, ..

Esa experiencia llevó al Gobierno de México y a las autoridades de la Ciudad de México a actuar en varios frentes para reducir la contaminación del aire: cerrar o alejar las fábricas contaminantes de los centros urbanos, poner en marcha su muy elogiado programa ProAire, hoy día en su cuarta edición, prohibir la circulación de automóviles una vez a la semana, y otras iniciativas que desde entonces se han adoptado en ciudades de otras partes del mundo.

Hoy día, México y su capital han recorrido un largo camino. La Ciudad de México ya no es la más contaminada del mundo, habiendo registrado recientemente una reducción de 7.7 millones de toneladas en las emisiones de carbono en el espacio de solo cuatro años (de 2008 a 2012), superando así su objetivo de 7 millones de toneladas.

Y, en los 25 años que precedieron a 2015, la mejora de la calidad del aire de la ciudad agregó de 3.2 a 3.4 años a la esperanza de vida promedio de sus ciudadanos, salvándose de 22,500 a 28,000 vidas.

Es un relato muy necesario de esperanza y éxito tangible que a México le gusta contar como una voz de aliento a otras administraciones públicas que ahora afrontan los mismos problemas: si nosotros pudimos hacerlo, ustedes también pueden.

No obstante, el país, con sus casi 120 millones de habitantes, reconoce que el desafío sigue vigente y conlleva firmes compromisos de índole general a la campaña BreatheLife. A saber:

• Reducir la contaminación atmosférica, incluidos los contaminantes climáticos de vida corta, en sectores clave tales como la generación de energía eléctrica, el transporte de personas y mercancías, la industria y las actividades comerciales y domésticas;

• Apoyar técnicamente a las administraciones locales en la difusión de información sobre la calidad del aire e implementar programas para mejorar la calidad del aire; y

• Cumplir las normas de calidad del aire de la Organización Mundial de la Salud para 2030.

A escala nacional, el Gobierno de México ha elaborado una Visión para la Estrategia Nacional de Calidad del Aire, destinada a ser una guía para establecer medidas de mejora de la calidad del aire. Las medidas prevén mejorar la información sobre la calidad del aire y las emisiones contaminantes y sus repercusiones y costos para la salud y el medio ambiente, y articular actuaciones de mitigación del cambio climático y protección de la capa de ozono.

También ha dedicado recursos a actualizar los programas para contingencias ambientales atmosféricas vigentes en el Valle de México, que incluyen fases de prevención, medidas de contingencia para la contaminación por partículas finas (MP2.5) y contingencias combinadas de la calidad del aire (contaminación por ozono y por partículas).

Diversas instituciones federales, entre ellas la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y Petróleos Mexicanos (PEMEX), establecieron compromisos para reducir las emisiones en el Valle de México.

El Gobierno federal establece las reglas y prescripciones generales sobre las normas para los vehículos y los combustibles y determina los límites de emisión para todos los contaminantes.

Una Estrategia Nacional de Calidad del Aire (ENCA) coordina la acción hasta 2030 entre diferentes organismos gubernamentales para controlar, mitigar y prevenir la emisión y concentración de contaminantes atmosféricos en los entornos rurales y urbanos.

Se elaboró por conducto de un proceso encabezado por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), que convocó a diferentes sectores de la sociedad a participar en un proceso de retroalimentación, con expertos de los sectores gubernamental, industrial, académico y social pertinentes en lo que se refiere a la prevención de la contaminación atmosférica en México.

Del proceso resultaron cinco ejes estratégicos, 21 estrategias y 69 líneas de acción que promueven la convergencia de las responsabilidades de los diferentes sectores e instituciones con el fin de mejorar la aplicación de las medidas de prevención, control y mitigación.

Todos los niveles de gobierno a bordo, y la salud en el centro de la acción

Tres niveles de gobierno, federal, estatal y municipal, comparten la responsabilidad de reglamentar las emisiones y velar por el cumplimiento de las normas de calidad del aire, dependiendo de la fuente contaminante.

También comparten responsabilidades en materia de monitoreo de la calidad del aire: los Estados reciben el apoyo del gobierno nacional, que a su vez recopila y presenta la información a través del Sistema Nacional de Información de la Calidad del Aire (SINAICA), al tiempo que publica los informes anuales de calidad del aire en las ciudades mexicanas, en los que se evalúa el cumplimiento de las normas de calidad del aire.

La SEMARNAT también promueve el desarrollo de programas de gestión de la calidad del aire en los Estados.

No obstante, en el centro de las medidas relativas a la calidad del aire en México está la salud.

Las normas de calidad del aire son elaboradas por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS), dentro de la Secretaría de Salud del Gobierno de México.

«La Secretaría de Salud es el organismo responsable de evaluar la evidencia de los impactos de la contaminación atmosférica en la salud y establecer los límites permisibles de concentración de los contaminantes en la atmósfera,» según su sitio web.

«Las enfermedades y muertes prematuras asociadas a la contaminación atmosférica habrán de recibir atención prioritaria,» afirma.

«El sector de la salud pública puede desempeñar un papel protagónico promoviendo un enfoque multisectorial de la prevención de la exposición a la contaminación atmosférica, para lo cual debe involucrarse y apoyar el trabajo de otros sectores (por ejemplo, transporte, vivienda, energía, industria) a fin de elaborar y aplicar políticas y programas a largo plazo encaminados a reducir la contaminación del aire y mejorar la salud.»

El Gobierno cree que su Estrategia Nacional de Calidad del Aire ayudará a prevenir los problemas de salud causados por la contaminación del aire, tanto en zonas urbanas como rurales, y tiene la intención de mejorar la calidad de vida de las personas generalmente muy expuestas a la contaminación del aire, particularmente de las más vulnerables: lactantes, personas mayores y enfermos crónicos.

Al ser la contaminación del aire un fenómeno casi universal hoy día, con sus costosas repercusiones sanitarias, medioambientales y económicas, las experiencias pasadas y actuales y los audaces experimentos de países como México y sus regiones y ciudades son más necesarios que nunca, pues son fuentes inspiración, puntos de partida y ejemplos de la vida real de soluciones mensurables y viables para afrontar la contaminación del aire.